El desafío de ordenar y planificar el tránsito

Por Redacción IDL

La carrera Ingeniería en Transporte de la Universidad Nacional de Entre Ríos realiza aportes que buscan mejorar las formas de movernos en las ciudades.

El ingeniero Juan Jaurena se desempeña como docente en la cátedra Introducción a la Ingeniería en Transporte, de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER). Se refirió a la “necesidad de un ordenamiento integral del tránsito” por lo que desde la carrera Ingeniería en Transporte “trabajamos sobre este aspecto desarrollando tareas de planificación para diferentes municipios. En tal sentido tratamos de formar la mayor cantidad posible de personas y transferir conocimientos a las comunas para posibilitar abordajes sobre estas problemáticas”, aseveró.

La necesidad de un ordenamiento del tránsito está relacionada “con la inseguridad vial y en tal sentido, cuando hablamos de estructura vial tiene que haber un mínimo de planificación, ya que cuando no existe esa base técnica o científica se corre el riesgo de que los proyectos no terminen saliendo bien porque planificaste mal desde el origen. Muchas veces estos programas no van de la mano con los tiempos políticos”, remarcó. Por otra parte, “tenemos una cultura que cuestiona las leyes en los momentos que el Estado trata de regular para generar beneficios; y si todas las personas contradicen las reglamentaciones producen infracciones y el desorden continúa, perjudicando con esas conductas a los más vulnerables. Es una condición sociológica que deviene de mucho tiempo atrás, ya que las políticas no prosperan en nuestro territorio”, remarcó.

En la cadena de accidentes de tránsito los más expuestos son motos y vehículos, que circulan a grandes velocidades en ciudades urbanas, según detalló Jaurena. “Se necesita educación vial, acompañada de políticas de Estado que deben ser homogéneas. Disponemos de una Ley Nacional de Tránsito Argentina, la N°24.449, pero son muchas las provincias que no adhieren, tornándose esos esfuerzos individuales y no efectivos. Resulta difícil compatibilizar y unificar, y esto deriva en situaciones que generan distorsiones imposibles de encadenar”.

Paraná y Oro Verde

Consultado sobre la movilidad urbana en Paraná, el docente comentó que “presenta una problemática del transporte público muy difícil de tomar” ya que se generan “cambios que repercuten en los distintos sectores de la capital. Del análisis efectuado, la gravitación que tiene el macrocentro de Paraná es determinante para analizar la movilidad urbana. Logramos identificar desprendimientos de atractores de viajes hacia las grandes avenidas, pero se dan como efecto de desborde del macrocentro histórico. Las políticas activas de descentralización, especialmente de administración pública, son una materia pendiente”. 

Asimismo se desprende que la comunicación con el usuario es insuficiente: “Básicamente no está a la altura de las demandas de la población, y muy por debajo de las actuales opciones tecnológicas. La recomendación en general fue corregir este problema utilizando todos los medios tecnológicos que ya existen en el sistema. Hace quince años atrás la tecnología estaba limitada a los parquímetros con cospeles, luego con tarjetas magnéticas, después con tarjetas de contacto y ahora con aplicaciones de celulares, que en este momento son una de las mejores opciones”, observó.

Por otra parte, “en la localidad de Oro Verde realizamos un estudio de diagnóstico sobre el sistema de transporte público, ejecutado por el Grupo de Investigación en Ingeniería de Transporte (GIDIT). Tuvo como objetivo brindar asesoramiento técnico al gobierno de la ciudad en el marco del Plan de Movilidad Sostenible, con propuestas y recomendaciones para optimizar el sistema”, relató el profesional. Respecto a los avances, sostuvo que en esa ciudad “sabemos que se están aplicando las primeras acciones con relación a la ciclovía, control de velocidad, determinación de los sentidos circulatorios, cruces peatonales y tecnología”.

Visión transversal de la movilidad

“Cuando se planifican las ciudades, no hay que olvidar a las personas que las habitan, las cuales deben poder movilizarse en forma sostenible dentro de ellas. O sea, que las redes sean accesibles, equitativamente económicas y viables desde el punto de vista ambiental ya que la movilidad consume grandes cantidades de energía. Con esta consigna generalmente se recomienda una planificación teniendo en cuenta la visión transversal de la movilidad, que evite dispersar los barrios en el territorio sin tener soluciones de movilidad o accesibilidad a redes (calles, transporte público, etc), promocionar el uso de transportes masivos y movilidad no motorizada, y desalentar el uso de vehículos particulares”, sostuvo el profesional, al tiempo que afirmó que “muchos de los accidentes de tránsito se disipan en la medida en que se pueda gestionar mejor la movilidad en la ciudad”.

A modo de conclusión y en referencia al rol de la UNER, subrayó: “Nuestra universidad siempre está, seguimos en comunicación con los municipios, sus experiencias, necesidades, realizamos un seguimiento y tratamos de mejorar la situación brindándoles herramientas. Una de las principales posibilidades de la Ingeniería en Transporte es aportar buenas prácticas a la región. Los gobiernos, provincial y locales, se van a ver favorecidos por tener profesionales capacitados e idóneos en la temática”.

Fuente: UNER medios

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