Una de cada tres personas de nuestro país sufre hipertensión arterial. Esta patología es multifactorial, ya que está determinada por distintas causas. ¿Cuáles son estos factores de riesgo y cómo prevenirlos desde temprana edad?
La hipertensión arterial (HTA) es uno de los mayores problemas sanitarios en la población mundial, que puede influir en la aparición de enfermedades crónicas y complicaciones graves como el infarto de corazón, el accidente cerebrovascular o la necesidad de diálisis por daño renal. La HTA forma parte de las enfermedades cardiovasculares (ECV) y se produce por el aumento de la fuerza que ejerce la sangre sobre las paredes de las arterias. Según la Organización Mundial de la Salud, cada año mueren más personas por ECV que por cualquier otra causa y más de tres cuartas partes de estas defunciones se producen en los países de ingresos bajos y medios
La 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo (ENFR) realizada en 2018 por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación y el Instituto Nacional de Estadística y Censos, sostiene que la HTA es un fenómeno no resuelto en nuestro país, ya que su prevalencia alcanzó un tercio de la población adulta de la Argentina. Asimismo, un tercio de los hipertensos desconoce su condición y solo la mitad de aquellos diagnosticados recibe tratamiento.
A pesar de que la HTA generalmente no presenta síntomas evidentes, es fundamental un diagnóstico precoz en edades tempranas para evitar enfermedades en la vida adulta. Una investigación de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (FCVS-UADER) indagó sobre los factores de riesgo de HTA que presentan los jóvenes estudiantes de la ciudad de Paraná. Este estudio constituyó un primer antecedente en la problemática, ya que no hay investigaciones previas que la aborden. Sus autores sostienen que “conocer estos indicadores permitirá programar futuras estrategias preventivas como así mismo fomentar medidas saludables y de autocuidado en los estudiantes”.
Algunos resultados
El trabajo de investigación consistió en entrevistar, encuestar y observar los datos antropométricos y de la presión arterial de 140 estudiantes de la UADER. Así se recolectó información respecto a la edad, género, antecedentes familiares de hipertensión, hábito de fumar, intensidad de actividad física, hábito alimentario, consumo de sal y consumo de alcohol. El 85% de los participantes del estudio fueron mujeres y el 15% varones que se encontraban en un rango de edad de 18 a 56 años. Se excluyeron del estudio a estudiantes con diagnóstico de HTA con o sin tratamiento.
Por medio del estudio se determinó que casi la mitad (49,3%) de los participantes tiene antecedentes familiares de HTA (padres o hermanos), el 6,4% desconocía poseer este factor de riesgo. Alrededor del 20% manifestó fumar diariamente. Mientras que el 45% afirmó consumir alcohol. Respecto a la actividad física, el 47,1% realiza ejercicios aeróbicos en forma frecuente, el 30% con poca frecuencia y el 22,9% no suele hacer actividad física. Por otra parte, se observó que el 18,6% de los estudiantes presenta sobrepeso y el 14,3% obesidad.
De este modo, teniendo en cuenta la presión arterial diastólica (PAD) y la presión arterial sistólica (PAS), se pudo concluir que el 30% de estos estudiantes son compatibles con pre hipertensión y el alrededor del 10% con HTA estadio 1. “Estos resultados implican que un número considerable de los estudiantes analizados se encuentran expuestos a los factores de riesgo para padecer HTA”, afirma la investigación.
Cambio de hábitos
De acuerdo a la investigación, “la detección precoz de la HTA en edades tempranas podría evitar daños en la vida adulta como la hipertrofia cardíaca, infartos de miocardio, insuficiencia renal crónica y accidentes cerebrovasculares”. Los mayores factores de riesgo para padecer HTA a los que están expuestos los jóvenes se encuentran dentro de los factores modificables. Es decir, se pueden corregir mediante conductas higiénico-dietéticas.
La HTA puede prevenirse o controlarse evitando el consumo de alimentos procesados (embutidos, fiambres, sopas instantáneas, caldos, etc.); reemplazando el agregado de sal por otros condimentos (pimienta, perejil, orégano, etc.); reduciendo el consumo de alcohol; realizando actividad física reiteradas veces a la semana; manteniendo un índice de masa corporal adecuado; consumiendo frutas y verduras; y abandonando el hábito de fumar.
Siguiendo las recomendaciones del Ministerio de Salud, la única manera de detectar la HTA es por medio de su medición con un tensiómetro, ya que al ser un problema sin síntomas muchas personas pueden padecerlo sin saberlo. Se considera presión arterial alta cuando la máxima es mayor o igual a 140 y/o la mínima a 90. El objetivo principal de su tratamiento es disminuir la morbimortalidad. Para ello se debe diagnosticar de forma precoz e instaurar las medidas terapéuticas para un eficaz control de esta patología. En la mayoría de los casos puede controlarse mediante medicación de por vida que debe ser indicada y supervisada por un médico o médica.
Equipo de investigación
La investigación titulada Factores de riesgo para hipertensión arterial en 140 estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Vida y de la Salud sede Paraná, fue abordada en el marco de un Proyecto de Investigación y Desarrollo de Inserción (PIDIN) de la UADER. El diseño metodológico consistió en un estudio cuantitativo, con el objetivo de determinar los factores de riesgo de HTA que presentan los estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Vida y la Salud (FCVS) pertenecientes a la Sede Paraná. Los autores son María Susana Gabas, Cecilia Cristina Botto, Sergio Javier Santa María, Roberto Gustavo Ramirez y Yanina Soledad Schmidt
