Sobran los motivos

Por Andrés Wursten

La conmemoración del Día del Periodista es una ocasión especial para reflexionar sobre nuestra actividad. Y, en el caso particular de este medio, para pensar el rol del periodismo de ciencias. A un año del lanzamiento de Ideas del Litoral sobran los motivos para realizar una introspección sobre el oficio.

La doble cara del periodismo

En Argentina, el Día del Periodista se conmemora cada 7 de junio. La elección de esta fecha pretende recordar la publicación de lo que se considera el primer medio impreso del país: La Gazeta de Buenos Ayres. Este surge y acompaña el proceso revolucionario de 1810 a 1821, dotado de una fuerza emancipadora propia del clima de la época.

El periodismo tiene un rol importante, como recurso de la ciudadanía a favor de la libertades de información y expresión, contribuyendo a la democracia y en contra de los abusos del poder. De allí su denominación como “cuarto poder” en alusión a su capacidad de denunciar, criticar y enfrentar los tradicionales –ejecutivo, legislativo, y judicial. Ahora bien, en la sociedad actual las alianzas entre los sectores políticos, económicos y los grandes medios de comunicación muestran que, también, las herramientas periodísticas pueden estar al servicio de los poderes dominantes y atentar contra los derechos civiles. El periodismo puede tener objetivos contrarios, estar con la ciudadanía y mostrar la otra cara de la realidad, oser un elemento opresor más y contar lo conveniente al poder. En la actualidad la concentración mediática y tecnológica facilita la difusión de ideas controladas por unas pocas personas. A su vez, el mercado altamente monopolizado tiene como consecuencia una precarización de la labor. En este contexto, no son pocos los casos de periodistas y comunicadores que intentan robustecer la democracia, bregando por la inclusión e igualdad social.

La comunicación de las ciencias que queremos

Las ciencias y tecnologías son un trabajo humano como cualquier otro, aunque no son cualquier trabajo. Su especificidad disciplinar y sus aspectos técnicos, resultan complejos para cualquiera que no sea experto en la materia. No obstante, su centralidad en las sociedades actuales necesariamente implican para la ciudadanía estar informada, reflexionar y participar en la actividad. El periodismo y la comunicación de las ciencias puede aportar a compartir lo que se está produciendo, visibilizar los intereses detrás de todo trabajo, advertir sobre las implicaciones éticas de los conocimientos, denunciar las malas prácticas, abusos y desigualdades. En definitiva, acompañar a la comunidad para que participe en cuestiones que son fundamentales en la actualidad y cambian nuestros mundos.

Desde hace un año, desde Ideas del Litoral intentamos contribuir a este debate comunicando la actividad científica de la región. Los temas son tan necesarios como urgentes: El ambiente y las consecuencias de la intervención humana actual en el mismo, el desarrollo y aplicación de la inteligencia artificial, la inclusión social, la marginalidad y pobreza, las economías regionales, la salud y la problemática del consumo de sustancias, entre otros. No difundimos solos los aspectos técnicos, sino que abordamos nuestras notas como parte de un proceso social y cultural atravesado por diversas personas cada una con sus saberes, experiencias e intereses. Intentamos compartir lo que se está haciendo, de esta manera, poder reflexionar y accionar como ciudadanía para que las ciencias y tecnologías sean las que queremos y necesitamos como sociedad.  

Son numerosas las experiencias que tienen estos mismos objetivos. Quisiera reconocer el trabajo de colegas de todo el país que día a día trabajan para compartir los conocimientos. No podría nombrar a todas las personas y medios, seguro omitiría a alguien, pero a través de #estamosenlamisma intentamos poner en valor las distintas propuestas. 

Un trabajo específico

El periodismo de ciencias posa su mirada en procesos, hechos y acontecimientos que involucran a las ciencias y tecnologías. Como especialidad periodística, posee las dos versiones que mencioné anteriormente.

En primer lugar, puede utilizarse como herramienta para legitimar los intereses de la comunidad científica y los grupos dominantes. En este sentido, la práctica está ligada a la idea de transmitir conocimiento a un público ignorante. Desde esta mirada, las ciencias y tecnologías no se ponen en cuestión, se presentan como verdades universales apartadas de cualquier intención política. Y también contribuye al abordaje de las ciencias como mero hecho sin contar el trabajo detrás de los descubrimientos y aplicaciones.

Un segundo tipo de periodismo de ciencias pretende desmontar esa imagen neutra de las ciencias para narrar su proceso, los intereses detrás de todo trabajo y la incertidumbre presente en las disciplinas. No se trata de oponerse o rechazar las ciencias. Por el contrario, se intenta comunicar una actividad humana como cualquier otra que, a su vez, genera conocimientos que pueden acompañar las demandas y deseos de las comunidades.  

Lo bueno y lo malo

La problemática mundial producida por el Covid-19, es un acontecimiento especial a partir del cual se puede analizar el rol del periodismo y su abordaje de la actividad científica y tecnológica.

La pandemia colocó a las ciencias en un lugar central de la agenda mediática, circuló mayor contenido de lo habitual respecto del tema desde diferentes perspectivas. Por ejemplo, la producción de vacunas tuvo un seguimiento continuo que fue más allá del propio descubrimiento para mostrar los distintos grupos de trabajo que se estaban dedicando a generarlas, las fases que ello implicaba, los financiamientos económicos, el rol de estados, organismos internacionales y ciudadanía. Asimismo, se pudo observar la pluralidad de campos de conocimientos involucrados en la problemática. La presencia en los medios de profesionales de la salud, biología, psicología y sociología era constante. También, abundaban las consultas, denuncias y propuestas para protegernos no solo del virus si no de los riesgos sociales y psicológicos del aislamiento social. Todo ello aportó a un abordaje de las ciencias complejo en el cual se mostró que no se tenía certezas absolutas sobre lo que estaba ocurriendo, que se necesita de un tiempo de trabajo para obtener resultados fehacientes y que existen diferentes intereses sociales, políticos y económicos.

La otra cara de esta experiencia fue la expansión de las fake newso noticias falsas. El inconveniente de estas, no es que solamente son falsas -bastaría con desmentirlas, a lo que se dedicaron varios grupos de comunicadores, periodistas y expertos. La preocupación por este pseudo periodismo es que tienen por finalidad generar confusión y cuentan para ello con canales de difusión masivos e inmediatos, por lo que una vez que comienza a circular el daño ya está hecho. El período más crítico de la pandemia estuvo invadido por este tipo de  información errónea, en muchos casos, logrando su objetivo de propagar teorías conspirativas cargadas de estereotipos y estigmatizaciones. Asimismo, se aconsejaban cuidados y tratamientos no probados. Todo ello utilizando argumentos supuestamente científicos y desvirtuando los conocimientos producidos hasta el momento.

En conmemoración del Día del Periodismo y en el aniversario de Ideas del Litoral, solo resta decir: por más ciencias y tecnologías que contribuyan al desarrollo humano equitativo y democrático, que nos permitan superar las problemáticas sociales actuales. Por más periodismo y comunicación para compartir, conocer y debatir. Por más participación ciudadana para decidir qué ciencia queremos

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