Gestión sustentable de espacios verdes

Por Redacción IDL

Aumentar el número y la calidad de los espacios verdes puede mitigar los contaminantes climáticos de corta vida que producen un fuerte efecto de calentamiento global.

Desde la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad, docentes e investigadores de la cátedra Espacios Verdes y Dasonomía tienen una larga trayectoria en estudios acerca de la sustentabilidad, ya que se ha vuelto un paradigma importante en la planificación urbana.

Esto llevó a replantear la importancia de los servicios que los espacios verdes públicos prestan a la comunidad, considerándolos como un componente importante del desarrollo perdurable de las ciudades. Myriam Martínez, docente de la Universidad compartió a UNER Noticias un relevamiento “donde se analiza la accesibilidad geográfica de la población urbana a las áreas verdes, como una nueva línea de investigación en los estudios urbanos y ambientales. El índice ‘área de espacios verdes públicos por habitante’ mide la relación entre la superficie de zonas verdes públicas y la población total del perímetro urbano”, así lo especifica el documento.

“Estamos convencidos de que el verde urbano tiene múltiples beneficios que han sido objeto de reivindicación y estudio a lo largo de la evolución del urbanismo actual, y que se ha ido enriqueciendo y concretando por el aporte desde campos de análisis más próximos a la ecología y las ciencias ambientales”, indicó la investigadora.

“La presencia de vegetación en las ciudades se ha asociado así a la calidad ambiental y saludable para la vida, disminuye la contaminación auditiva y olfativa, contribuye junto al arbolado de alineación a ordenar la lectura visual de la ciudad, brindando como valor agregado un paisaje identitario y patrimonial”, señaló.

Martínez manifestó los aspectos relevantes y necesarios a la hora de planificar los espacios verdes. “En cada planificación es indispensable evaluar aspectos como la distribución espacial de superficies, la conexión que existe entre ellas, su accesibilidad, el mobiliario, mantenimiento y servicios con que cuentan, la condición de salud de las masas verdes, su composición florística y la estructura arbórea por edades y tamaños; todo ello a fin de determinar si están contribuyendo de una forma efectiva a la habitabilidad urbana”.

Jóven plantando árbol - Plantas - Espacios verdes
Fotos de archivo Facebook de la cátedra de Espacios Verdes

Forestación y reforestación

Por otra parte, el ingeniero y director del proyecto de desarrollo tecnológico social (PDTS) “Desarrollo de un modelo de producción de plantines para planes de forestación y reforestación: integrando necesidades municipales con productores familiares”Pablo Aceñolaza resaltó la importancia de “generar capacidades locales para la producción autónoma de árboles destinados a satisfacer planes de forestación urbana y rural o su comercialización”.

Las investigaciones mencionan algunas de las experiencias que se realizaron desde la Facultad respecto a la medición y el “efecto atemperador que producen los árboles en las calles urbanizadas”. El trabajo rescata el efecto de la vegetación sobre los contaminantes. “Se debe pensar a los árboles como infraestructura de salud pública porque son productores de oxígeno, absorben el dióxido de carbono, son reguladores de las temperaturas tanto altas como bajas, atemperan las lluvias y los vientos, embellecen las calles de la ciudad, entre otros innumerables beneficios que brindan”.

Asimismo Aceñolaza detalló diferentes premisas a tener en cuenta desde la tarea de un ejecutor comunal como los árboles emblemáticos; la planificación forestal urbana; la poda y la producción propia. “Todas las ciudades tienen árboles con estas características, con un significado social y ambiental; y se propende a su conservación en el tiempo. Por otro lado, el gestor municipal debe planificar la implantación no solamente para lograr mayores espacios verdes dentro de las ciudades, sino también debe organizar el reemplazo”.

“Actualmente, tanto los municipios y provincias tienen la capacidad de producir sus propios árboles. La producción de árboles en invernaderos o en viveros municipales presenta la ventaja de disponer semillas nativas, pudiendo ser seleccionadas por su forma, sanidad, calidad y esto posibilita seguir trabajando con la misma genética”, agregó.

La planificación, creación, y gestión de los espacios verdes públicos constituye hoy un desafío importante para las administraciones públicas locales, en los procesos actuales de consolidación, densificación y crecimiento de las ciudades.

Fuente: UNER medios

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