Crean el Consejo Consultivo en Salud Mental de Entre Ríos

La provincia de Entre Ríos es pionera en la formación de un consejo consultivo permanente y honorario en salud mental. ¿Qué funciones tiene y que aportes académicos realizan?

A partir de la organización dispuesta por la Ley Nacional de Salud Mental 26.657, y su adaptación mediante la Ley Provincial Nº 10.445, en febrero de 2021 se creó en Entre Ríos el Consejo Consultivo Permanente en Salud Mental. Luego de un proceso de convocatoria de postulantes -carácter honorario y no vinculante- para la representación de los distintos espacios, se realizó la primera reunión plenaria el 18 de octubre.

Matias Bargas, licenciado en Psicología y docente de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (UADER), es Consejero Titular y representante de espacios académicos de la salud mental desde la cátedra Salud Pública, Salud Mental de la Facultad de Humanidades, Artes y Ciencias Sociales (FHAyCS-UADER). A partir de su posición, considera que “el desafío del Consejo Consultivo será valorizar ese espacio como una herramienta tendiente a fortalecer los mecanismos de participación y construcción colectiva, desde una perspectiva transformadora de los modos de pensar la gestión de las políticas públicas”.

Estrategias colectivas

El Consejo Consultivo está conformado por ocho entidades de distintos sectores de la sociedad agrupados en cinco categorías: Espacios Académicos del campo de la Salud Mental, Sindicatos que agrupen a trabajadores del campo de la Salud Mental, Asociaciones y Colegios de Profesionales del campo de la Salud Mental, Organismos de Derechos Humanos, Organizaciones de Usuarios y Familiares vinculados al campo de la Salud Mental.

Su función radica en realizar propuestas no vinculantes en materia de salud mental que contemplen las problemáticas y particularidades de los distintos sectores a los que representan, en el marco de la legislación vigente. También promover espacios de participación de otras organizaciones de la sociedad civil para debatir distintas temáticas relativas a las políticas de salud mental (Resolución 0250/21 MS, Art. 3º).

Desde la cátedra Salud Pública, Salud Mental, “se asume el desafío de incorporar y problematizar la perspectiva social y comunitaria en los procesos de transmisión académica, para repensar las prácticas y la inclusión de las y los profesionales en formación en el complejo campo de la salud mental, sus regulaciones, intercambios, avatares y devenires”, explica Bargas. De esta forma, la intención es aportar desde el recorrido teórico acumulado y desde la producción en extensión e investigación.

Vale recordar que dentro de la categoría de Espacios Académicos también participan representantes de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Nacional de Entre Ríos y de la Residencia Interdisciplinaria en Salud Mental (sede Paraná). “Es importante destacar los vínculos que se han generado entre estos espacios, ya sea compartiendo actividades conjuntas, proyectos de investigación, doble pertenencia docente y un compromiso sostenido en pos de la perspectiva de derechos, su ampliación y los procesos de transformación en el campo de la salud mental”, resalta el psicólogo.

Entre avances y resistencias

La Ley Nacional sobre Salud Mental, que se promulgó hace más de diez años, incentiva a la ejecución de estrategias de intervención que priorizan períodos de internación breves para proteger los derechos de las usuarias y usuarios, su entorno social y posibilitar el retorno a su cotidianeidad. A pesar de esto, aún se mantienen prácticas de encierro y segregación en algunas instituciones de la provincia. Al respecto, Bargas afirma que “cualquier restricción involuntaria de las condiciones cotidianas de la vida, representan aspectos negativos si se sostienen en el tiempo. Esto es así especialmente en las instituciones especializadas en salud mental que disponen de servicios de internación, en las que se ha construido una cultura institucional vinculada a la segregación y la tutela permanente”.

Desde la cátedra Salud Pública, Salud Mental de la FHAyCS, como representantes de espacios académicos en el Consejo Consultivo, se trabaja en formar un espíritu crítico que garantice la observación constante de las perspectivas teóricas vigentes y la producción de espacios de intercambio intersectorial e interdisciplinario. Además, se busca garantizar el compromiso de la universidad pública con las realidades sociales de las que forma parte.

En este sentido, Bargas explica que la intención es forjar diálogos y reflexiones alrededor de las problemáticas actuales: la inclusión de la perspectiva de género, la potencia del pensamiento feminista, la actualización de las categorías epidemiológicas y su adaptación a las necesidades del campo de la salud mental, y la permanente tensión entre el encierro y la apertura propia de la estructura académica. Asimismo, destaca que el campo de la salud mental no responde sólo a la protección de aquellas personas afectadas por patologías graves, sino que amplía el universo hacia la totalidad de la población. De esta forma, se apuesta a “la estrategia de atención primaria de la salud, con ejes en la promoción de la salud (cómo hacer para que la población que está sana se mantenga sana) y en la prevención de la enfermedad (cómo incidir sobre los determinantes sociales de la salud para generar espacios que promuevan el buen vivir)”.

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