El dengue se instala en la región a causa del cambio climático y la urbanización

Por Redacción IDL

Los brotes son cada vez más seguidos y ya hay provincias del norte donde la circulación no se corta nunca. Cómo es el panorama en Santa Fe.

Las lluvias que finalmente llegaron a las provincias del centro del país, la proximidad de los meses de calor y otros factores globales como los impactos del cambio climático en patrones temporales y geográficos de ciertas enfermedades le abren la puerta regional al dengue, un virus transmitido por un tipo particular de mosquito (el aedes aegypti) que provoca fiebre acompañada de dolor detrás de los ojos, de cabeza, muscular y de articulaciones, entre otros síntomas.

La mayor distribución geográfica del mosquito transmisor, la intensificación de la forma de vida urbana y la mayor movilidad entre países ayudan a entender por qué los brotes de esta enfermedad tienden a multiplicarse en la zona. Hasta esta semana, la provincia de Santa Fe contabilizaba cinco casos: dos en Rosario, uno en Villa Minetti, uno en Recreo y otro en Esperanza. 

Según explicó la epidemióloga Analía Chumpitaz, que es directora del Instituto de Salud Colectiva de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), en la región los períodos inter epidémicos “se están achicando”. “Es una enfermedad re emergente desde 2009 con brotes en toda la región. Lo que ha ocurrido es que estos períodos entre epidemias desde 2009 se están acortando y tuvimos brotes ese año, luego en 2015/16, en 2020 y en 2022/23. Los intervalos son cada vez más pequeños y eso está relacionado con el cambio climático”, señaló, para agregar, que antes había un período sin casos en las provincias del norte y hoy ya hay casos todo el año en Chaco, Formosa, Corrientes y Misiones.

El rol del cambio climático

El cambio climático tiene grandes impactos en el mapa de la salud socioambiental. Según el sexto informe anual de The Lancet Countdown, que monitorea 44 indicadores, el calentamiento del planeta y la mayor variabilidad del clima “están creando las condiciones ideales para la transmisión de enfermedades infecciosas”, lo que podría deshacer décadas de progreso para intentar controlar enfermedades como el dengue, la chikunguña, el zika, la malaria y el cólera.

En toda la provincia se contabilizan cinco casos y están distribuidos en distintas ciudades.

En toda la provincia se contabilizan cinco casos y están distribuidos en distintas ciudades.

El estudio de The Lancet Countdown señala que la “idoneidad climática” para la transmisión del dengue alcanzó su nivel más alto en los últimos años, con un aumento del 35% en 2012-2021 en comparación con la línea de base de referencia de 1951-1960. “Para agravar el aumento del riesgo de dengue que supone el cambio climático, los países templados del Cono Sur son muy vulnerables a los efectos graves del dengue, impulsados principalmente por la rápida urbanización. Argentina y Uruguay experimentaron un aumento de la vulnerabilidad entre 1990 y 2019”, dice el trabajo.

La prevención es la clave

El mosquito que transmite el dengue es de hábitos urbanos y para evitar la propagación de la enfermedad es fundamental la limpieza de objetos en desuso, el uso de repelente y la eliminación de reservorios de agua. Los sitios a controlar de manera más exhaustiva son los recipientes que tengan paredes verticales lisas, como baldes, floreros o palanganas. No es un insecto que esté mayoritariamente en lugares silvestres, sino que por lo general habita allí donde hay personas. 

¿Cómo prevenir la aparición del mosquito? En el interior de la casa es fundamental mantener limpios y ordenados los espacios y los ambientes libres de mosquitos utilizando espirales, pastillas o insecticidas o sahumar con plantas secas encendidas (como romero, eucalipto, alcanfor o menta). También colocar telas metálicas en puertas y ventanas, utilizar repelentes industriales o biorepelentes y revisar elementos que acumulen agua como los floreros. Otro comportamiento importante es reutilizar, reciclar o reducir residuos sólidos que puedan convertirse en criaderos de mosquitos, como por ejemplo los envases de alimentos y bebidas no retornables.

El mosquito del dengue se encuentra por lo general en donde hay personas.

El mosquito del dengue se encuentra por lo general en donde hay personas. Maiquel Torcatt / Aire Digital

En el patio o jardín no hay que olvidarse de vaciar baldes y latas para que no se acumule agua, tapar las botellas, poner bajo techo las cubiertas de neumáticos, mantener tapados los tanques de agua y limpiar diariamente los bebederos de animales (vaciarlos, cepillarlos y volverlos a llenar).

Un abordaje integral

Para Chumpitaz, la re-emergencia del dengue en la zona tiene que ver con la influencia de actividades antrópicas: “Los seres humanos tenemos que ver con esto, que está asociado a nuestras formas de producción y de consumo. El dengue es un problema sanitario atado al modo de vida urbano, es importante asumirlo así, para no equivocarnos en la prevención”, dijo, para recordar que Santa Fe fue la segunda provincia más afectada durante el brote del verano pasado, que dejó en total 65 muertos a nivel país, un número muy superior al de brotes anteriores. 

“Es importante el abordaje aédico de la problemática desde una gestión integrada, porque no solo transmite dengue ese vector, sino varias otras enfermedades”, señaló la especialista, quien detalló que hasta ahora solo hay 5 casos (todos importados) en la provincia. “Tuvimos circulación viral hasta agosto, muy tarde, pero todavía tenemos un periodo inter epidémico sin circulación, lo que nos da cierto alivio respecto a otras provincias. Ahora, que no tenemos al virus circulando, es necesario descacharrar con mucha fuerza”, advirtió.

Vacuna a la vista

Chumpitaz contó que hubo muchos desarrollos de vacunas, y que la actual (de origen japonés) es a virus atenuado y tiene una alta eficacia. “Nos protege de tener síntomas de la enfermedad en un 62%, por lo que, si nos vacunamos, es baja la posibilidad de tener la enfermedad. Y más bajo aún es el riesgo de internación por dengue grave, en un 85%”, explicó. 

En ese punto, la experta recordó que, si bien el dengue no tiene una alta mortalidad comparado con otros virus, eso sí aumenta si la persona se enferma con un serotipo, y luego con otro. “Es importante tener en cuenta la posibilidad de la vacuna para personas que ya se han infectado, o que tengan otras comorbilidades”.

La vacuna se coloca con dos dosis a partir de los 4 años y, por el momento, tiene un alto costo comercial. “Estamos esperando que entre en el calendario del programa de forma gratuita para quienes lo requieran. Es probable que se comience con las provincias del norte, donde se está transformando en una enfermedad endémica”.

La médica explicó que “no está indicada en embarazadas ni inmunodeficientes”, y que es importante evitar que la existencia de la vacuna no signifique una menor preocupación social. “No debemos dejar de preocuparnos porque este mosquito transmite muchas otras enfermedades, no solo el dengue. Por eso no debemos hacer un abordaje desde una sola enfermedad, sino desde los modos de vida que multiplican estos problemas”.

Fuente: Aire de Santa Fe

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